Propinas

Propinas en Panamá en Panamá

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En agosto del año 2016 el presidente de la República sancionó la muy esperada Ley N.° 34, que modifica y adiciona disposiciones a la Ley 45 de 2007 sobre protección al consumidor y defensa de la competencia y que trata de las propinas, cobro en estacionamientos y la aceptación en los comercios de todas las monedas y billetes de circulación legal en el país, sin que medie presentación de identificación personal del consumidor. Tres temas que generan mucha controversia entre nosotros y que, principalmente hablando de las propinas, pone a valer el derecho del consumidor a ‘calificar ‘ el servicio recibido. Es de esperar que la aparición en escena de esta ley, que permite sugerir las propinas mas no incluirlas en el total, incentive que muchos que trabajan en el sector servicio, pero que no parecen entender lo que es ‘prestar un servicio ‘, cambien su forma de tratar a la razón de ser de las empresas que los emplean. Ahora, los clientes, cuando alguien lo merezca, demos la propina conforme al total del servicio recibido, tampoco hay que ser tacaños.

Ley propina

Escribe Elis Caballero:

“Desde hace algún tiempo se viene dando un debate entre clientes, consumidores, comerciantes y dueños de negocios sobre el tema de las propinas en restaurantes, discotecas y comercios.

El tema recae sobre si la misma debe ser a criterio del cliente, sugerida o incluida en la factura como se hace en algunos comercios. Ante el vacío legal e incomodidad que produce el cobro o no de este incentivo para beneficio del personal (meseros) de estos locales se ha creado una Ley.

La Asamblea Nacional aprobó en tercer debate el proyecto de ley 191 que modifica la Ley 45 de 2007 sobre normas de protección al consumidor y defensa de la competencia, cuyo proponente fue el diputado chiricano Samir Gozaine.

Luego de meses en consultas el presidente de la República, Juan Carlos Varela, sancionó la Ley N.° 34 que modifica y añade disposiciones a la Ley 25 de 2007 sobre protección al consumidor y la defensa de la competencia.

Ahora la propina será voluntaria y deja abierta la posibilidad de que la misma puede ser sugerida, ‘siempre que se establezca en la factura el total a pagar, incluidos los impuestos o tasas, y se muestre de manera diferenciada el total a pagar’.

Esta ley está compuesta de varias propuestas además de la propina, como es no permitir a los comerciantes rechazar cualquier moneda de uso legal y menos poner a firmar a los clientes por billetes de 50 o 100.

Creemos que hoy existe suficiente tecnología para detectar algo ilegal en las denominaciones de los billetes, sin hacer pasar momentos desagradables a los clientes. Estos rechazos de moneda legal panameña no se justifican.

También el documento hace referencia a los paquetes promocionales de vacaciones, cuyos últimos precios deben ser obligatorios en la publicidad para evitar confusiones y sobreprecios cuando el cliente haga su reservación.

A todos nos han pasado estas situaciones de propinas, rechazo de moneda nacional y paquetes fraudulentos, especialmente de vacaciones o en el comercio, siendo esta Ley una forma de poner orden a las reglas del juego con una definición técnica y jurídica sobre el asunto. Esperamos que la implementación de esta Ley sea efectiva y respetada por los comensales, clientes, meseros y negociantes para que cada cual decidan la mejor forma de otorgar un servicio eficiente y remunerado de acuerdo a la capacidad económica y voluntaria de todos.”

Voluntariedad

Escribe Ricardo Alemán Alfaro:

La ley “señala en su numeral 4, ‘no incluir cargos en concepto de propina o servicios al precio final que se ofrece al consumidor cliente; la propina es voluntaria’.

El Diccionario de la Lengua Española define la propina como ‘gratificación pequeña con que se recompensa un servicio’. En ese sentido, principalmente, en el negocio de restaurantes, eventos y hoteles, es común y aceptado a nivel internacional que quien recibe el servicio, de manera voluntaria, gratifica la atención recibida mediante un pago porcentual adicional a la factura correspondiente a lo consumido y bebido.

Por otro lado, el consumidor cuando va a un restaurante y se le presenta el menú, no solo decide por el plato de su preferencia, sino también el costo indicado para el mismo, y de esa manera está seguro por cuánto será la factura final.

Si en un negocio determinado se incluye la propina como obligatoria, podría correrse el riesgo de que la misma se pueda considerar como salario, tal y como se señala en el artículo 140 del Código de Trabajo, al establecer que ‘salario es la retribución que el empleador debe pagar al trabajador con motivo de la relación de trabajo…’.

En ese sentido, el distinguido jurista Oscar Vargas Velarde, en su obra Derecho de Trabajo, estima que cuando la propina ‘es obligatoria, impuesta por la empresa al cliente, y el propio empleador la recibe y luego la distribuye entre los trabajadores sí es salario, porque el dador del trabajo la paga por causa de la relación de trabajo…’.

La Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia en fallo de abril de 1999, citado por Oscar Vargas en su obra, señaló que ‘La propina es siempre voluntaria y la da siempre el cliente para una gratificación por la calidad del servicio prestado por el trabajador para recompensarlo o agradecerle ese servicio…’

Comparto el criterio expresado por los magistrados de la Sala Tercera de la Corte, pues la propina debe ser siempre producto de la voluntad del cliente, como una gratificación por los servicios recibidos. Incluir la propina como una obligación, expone al empleador a un posible reclamo de considerar la misma como parte del salario, riesgo que no tiene sentido correr.”

5 thoughts on “Propinas”

  1. El tema de la propina se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los consumidores en los últimos años, ya que no hay una política definida en cuanto a su implementación: cuánto hay que dar, si es 10% o 15%, si es legal o no, si es obligatoria o no, si es parte del servicio que da el agente comercial o no, si forma parte del salario del mesero o no, si los agentes económicos se lo pueden prohibir a sus empleados o no; y así nos vamos esgrimiendo argumentos cada uno más contradictorio que el otro. Pero partamos de una premisa insoslayable: La propina es un agradecimiento que uno da por un servicio recibido, no es obligatoria y de carácter personal.

    Lo cierto es que el cliente se ve cada vez más acorralado cuando asiste a un restaurante (son estos los que más lineamientos han presentado en cuanto a este tema) y al terminar, se ve en la disyuntiva de no saber qué hacer cuando el mesero le presenta la cuenta con la propina incluida.

    Primero, no se lo informaron; segundo, le están cobrando un servicio que él no ha decidido si merece o no una recompensa; tercero, si no lo paga se va a sentir como tacaño y si lo paga, para no sentirse menos, hasta dará de más, pecando de ostentoso.

    Por parte del restaurantero, la costumbre de adicionar la propina a la cuenta prácticamente se ha convertido en ley, algunos no la comparten y se quedan con ella completamente, los que comparten un porcentaje le pagan exiguos salarios a sus colaboradores con el pretexto de que la propina es parte de aquel y algunos hasta prohíben terminantemente a sus meseros tomar propina.

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  2. En lo personal, la polémica comenzó cuando las propinas comenzaron a ser más altas que las mismas cuentas. Por ejemplo, un grupo de comensales se gastó B/.59.50, en una cena, pero la atención fue tan buena por no decir excelente, que decidieron darle al mesero una propina de 100 balboas. La gerencia del restaurante al ver esto, con el tiempo decidió que la propina sería parte de la cuenta para tener una entrada adicional y la incluyeron sin ningún tipo de sustento legal.

    Conozco de casos en que un cliente insatisfecho con el servicio recibido salió del local sin pagar la propina y el dueño salió tras él exigiéndole que tenía que pagarla enfurecido o de lo contrario llamaría a la Policía para acusarlo de ‘robo’.

    Cada país tiene sus criterios para cobrar la propina: En los EE.UU. es obligatoria; en Colombia y otros países donde la atención es espléndida hay que darla con gusto; en Japón es una ofensa, pues ellos consideran que es un acto ‘ostentoso’ de muy mal gusto. Aquí en Panamá, es deber del restaurante informarle al consumidor, de manera clara, que se le va a cobrar la propina en la cuenta, hasta que se legisle sobre el tema, pero volvemos al principio que originó esta costumbre griega. ¿Es obligatorio pagarla si no se ha recibido un buen servicio?

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  3. La propina es el producto de un trabajo en equipo que va desde que el cliente llama a hacer su reservación, hasta que se retira del local. Todos, de una manera u otra, han cooperado para que el cliente se sienta que ha sido atendido (el muchacho que le estacionó el carro, el que le abrió la puerta, el mesero que le atendió, el ‘sommelier’ que le recomendó la carta de vinos, los cocineros que prepararon la comida, el aseador que se encarga de tener todo limpio, la cajera que cobra con una linda sonrisa, el pianista que alegra el local y hasta el propio dueño.

    Toda la propina va a un fondo común que puede ser o una caja de madera con su candadito o una alcancía de metal. Entonces el dueño del restaurante guarda la llave y una vez por semana o por mes, él la abre y se reparte en partes iguales. Nos enseñó inclusive que las propinas son un buen termómetro para medir el rendimiento de sus colaboradores. Si en una semana la propina ha sido abundante, todo marcha bien; por el contrario, si hay poca propina, algo está fallando y hay que corregirlo urgentemente. Lo que sí es cierto es que hay lagunas y hace falta una mejor legislación sobre este tema.

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  4. Debe hacer la ley, de una vez por todas, que quede claramente establecida la prohibición de incluir la propina como un cargo obligatorio, que no debe asumir el consumidor, sino que la gratificación quede a su entera discreción, de acuerdo al servicio recibido.

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  5. Por eso los restsurantes acaban cerrando primero la comida que sirven la mayoria de Restaurantes me refiero a los restaurantes de clase media o alta son mala calidad mal cocinadis exceso de sal pulpo con arena muy grasisis aceite barsto de soya o pavo cancerigenos . Los camareros o camareras caras largas y agrias se tardsn en venir a servir en ningun lugar te sirven ni ensalada ni pan gratis todo lo cibran agua de la pluma o grifo sin filtro orecios muy altos al cobrarte akhún restaurante no te dá el descuento de jubiladi porque dice que son comida rapida como el Creps and Wafles que hace el 15% porque dice que son vo.ida rapida oero si te dicen de incluir la propina en la cuenta. Si la propina es propina un regalo porque te lo tiene que pedir el camarero o la camarera la oblugacion del dueño es pagarle su sueldo. Porwue ya lo pagamos en la lechuga con unos cuantis camarones escualidos a mi cada vez me aterra ir a un restaueante cuando llego a mi casa llego con hambre dolor de estimago y sin plata. Ah y hay que darle plata al que vugigila o te aparca el carro wue a mi ese servicio me genera desconfianza dejarle mi carro a un extraño.

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