Estacionamientos en Panamá en Panamá
[aioseo_breadcrumbs]
Todos añoramos cuando los estacionamientos costaban cincuenta centavos la hora o fracción, y los más caros un dólar. Fue a partir del 2008 que comenzó a cobrarse los minutos, por una modificación a la Ley 45 en el año 2007 que dicta normas sobre protección al consumidor, cuando se implantó que no se cobrará ningún servicio bajo esta modalidad.
El argumento principal de esta modificación fue que el consumidor sólo debe pagar por el tiempo que consume, tal y como en ese momento se estaba practicando para el consumo de minutos de los teléfonos móviles y residenciales. Sin embargo, en el caso de la modificación de la Ley de Protección al Consumidor, no se hizo ningún análisis o investigación del impacto que tal medida podía acarrear al mercado y por consiguiente a los consumidores.
Aunque a simple vista pudiera haber existido una asimetría en la relación de consumo, entre el dueño de los estacionamientos y los consumidores, había un sutil equilibrio reflejado en el precio, y que durante años se forjó sin la intervención de ninguna autoridad pública; todo eso a pesar que la ciudad ya reflejaba una evidente falta de espacios para automóviles, y un aumento importante del parque vehicular. Aún así, ese punto de equilibrio subsistía, y para esa fecha podíamos encontrar muchos centros y comercios en donde se cobraba por hora o fracción, y muchos otros en donde no se cobraba nada.
Ahora bien, la intervención del mercado a través de una modificación a la Ley 45, y por consiguiente, la obligatoriedad de cobrar por minuto, rompió ese punto de equilibrio so pretexto de proteger el bienestar supremo del consumidor. Cuando se realizó la modificación, la ACODECO pensó que los dueños de estacionamientos iban a cobrar el minuto sobre la base de los cincuenta centavos por hora, es decir menos de un centavo el minuto. Esa visión simplista que el status quo se iba a mantener vía precios de los estacionamientos, contratasta mucho con lo sucedido. Los agentes económicos entendieron rápidamente que como la conformación y la estructura del precio había cambiado, bajo el nuevo esquema podían maximizar sus ingresos ya que ofrecen un servicio con pocas posibilidades de sustitución y porque los estacionamientos por área conforman un mercado en sí, por lo que se inició una espiral de aumento de los precios.
Este cambio en las reglas, constituye un contra sentido de la política de competencia, donde el bienestar del consumidor se preserva con medidas destinadas a estimular la competencia en la economía, y por consiguiente respetando el equilibrio de bienes y servicios expresados en el precio.
No se puede afirmar que los precios no iban aumentar dado el nivel de expansión y crecimiento que tienen las ciudades de Panamá y del interior, pero esta intervención sirvió de catalizador para el incremento excesivo que se da hoy día y para que la sociedad en general reclamara por lo que se cobra por este servicio. Así que nuevamente la intervención del Estado por medio de una Ley no se hizo esperar, y ahora pretende corregir el entuerto económico-legal que ocasionó hace años, otorgando gratuitamente tres horas de estacionamientos a todos los usuarios que vayan a un centro comercial o una oficina pública. En esta Ley se contraponen los derechos constitucionales de propiedad privada, y los de defensa del consumidor y usuario. La garantía de propiedad privada es pilar fundamental del liberalismo político y del que se deriva el ejercicio de la libre competencia, con la que se preserva el bienestar final del consumidor. Y, por último, quien debe dirimir la viabilidad de esta Ley es la Corte Suprema de Justicia, que sólo analizará los elementos objetivos y legales de la Ley, pero sin un análisis fundamental desde el punto de vista del Derecho Económico.
Los dueños de estacionamientos han lucrado con creces producto de la especulación por el servicio que prestan, pero no creo que la solución del problema pase por estar emitiendo leyes que carecen de todo sustento económico-legal, y que sólo se formulan para ganar votos y parchar huecos.
No se han sentado las bases para atender un problema real que es la falta de estacionamientos, y aunque el Municipio de Panamá ha expresado su interés en ampliar la estructura de parqueaderos en la ciudad, hace falta mucho más por parte de las autoridades para atender la demanda creciente de más de 410 mil carros en los distritos de Panamá y San Miguelito, y que no se resuelve interviniendo de esa forma, sino desarrollando políticas coherentes. Una de esas medidas pasa por hacer un inventario de los espacios públicos que han sido apropiados por particulares y ponerlos a disposición de la ciudad. Mientras tanto, todos seguimos siendo víctimas de visiones simplistas de nuestros diputados que afectan nuestro bolsillo.
Ni en Estados unidos se cobra por minuto. Se cobra por hora, y menos que en Panamá. Es una injusticia que clama al cielo contra los victimarios del pueblo panameño.
En ningún Mall en Estados Unidos cobran, por otro lado. El gobierno no tiene que decirles que no cobren porque ellos entienden que si tu construyes un mall para que la gente vaya a comprar es lógico que tienes que ofrecer el servicio de estacionamientos.
Hace más de un año que oigo en diferentes programas quejas sobre un mall que comenzó a cobrar y que eso era aun abuso. La verdad es que libre oferta y demanda. Si quieres ir a un Museo en Estados Unidos, usualmente cobran por el estacionamiento y uno lo paga si en verdad quiere ver lo que exhiben en el museo.
En los malls de Estados Unidos usualmente no cobran por estacionarse, sin importar si uno va a caminar, comer, ver o comprar. La única restricción es la de los estacionamientos para discapacitados.
En los estacionamientos de Downtown Disney en Anaheim y en Orlando tienes tres horas libres. Después de eso te cobran si no puedes mostrar una validación de consumo en los restaurantes, las tiendas o los cines y bares con shows. En Monterrey, Mexico si he visto malls que cobran.
La solución la tienen los consumidores. Yo voy a malls que me dan estacionamiento en grandes cantidades, que no me cobran y que no les importa si voy a caminar, o ver las vitrinas, o comer, o al cine. Si usted quiere ir a un mall y tiene que ser ese mall, y le cobran por estacionarse, aguante callado. La discusión no tiene la menor importancia con la cantidad de malls que hay ya en Panamá, como los hay en Estados Unidos.
Si usted va a una Clínica y le cobran usualmente los doctores te validan el tiquete. Si sabes que no te van a validar el tiquete es mejor optar por llegar en taxi, porque los médicos pueden demorarse en atenderte y te puede costar 7 a 10 balboas la gracia. Te sale más barato usar transporte público.
Hay que “corregir el entuerto económico-legal”. Los estacionamientos municipales en la vía pública que siempre han cobrado, también han visto duplicado y triplicado su costo. Hoy día son US$0.25 por 30 minutos, y no veo a nadie exigiéndole a los municipio que las primeras 3 horas de uso de esos estacionamientos públicos deba ser gratis. ¿No es acaso eso discriminación? Por otro lado, es al revés. Los consumidores, los que vamos a los centros comerciales que ofrecen las mejores instalaciones, estamos de acuerdo en pagar más por un mejor servicio. Esta ley viciada de inconstitucionalidad por todos los costados, lo que pretende es permitir a personas que no van al centro comercial al comprar, sino a pasear, ocupen además un estacionamiento gratis mientras pasean por las instalaciones del centro comercial, algo así como si los centros comerciales fueran parques públicos de propiedad del Estado, ocupando el espacio de estacionamiento que un consumidor, alguien que sí quiere ir a comprar, quisiera ocupar y pagar por el mismo. Encima de que esta ley expropiaría de hecho a los propietarios de los estacionamientos a razón de 3 horas al día, el Estado no propone la fórmula de indemnización que establece la Constitución, y no me diga el autor que eso no es una expropiación, baste señalar que si la ley estableciera que las 8 primeras horas mientras es de día son gratis, el efecto es que ya no puedo cobrar por el uso que un tercero de a mi propiedad porque los centros comerciales cierra en las noches.
Algo que aprendí de mi abuelo. Cuando en una controversia una parte en lugar de continuar la discusión empieza a ofender a la otra parte; es muestra de que sabe que sus argumentos no tienen fundamento y hay algo detrás de sus razonamientos. Ese algo es el simple vulgar deseo de lucrar sin conciencia de los demás. Por mi parte y con excepción de mi oposición al cobro por parte de clínicas y hospitales; simplemente no voy a centros comerciales que cobran estacionamientos.
Vas al cine con tu esposa; pagas $10.00 + refrescos, otros $6.00. Al final tienes entonces que pagarle a los ladrones $7 – 8 por estacionar. Me quedo con Netflix.
A primera vista parece el autor de este artículo partir de la premisa incorrecta pues no es cierto que se contrapongan el derecho a la propiedad privada y los derechos del consumidor en esa ley, es muy simplista, la ley lo que hace es expropiar sin indemnizar. Nadie tiene derecho a apropiarse de la propiedad privada sin pagar por ella, la Constitución es clara. Incluso si el Estado se apropia de la propiedad privada de una persona, tiene que indemnizar, o sea que no es gratis. No tengo ningún problema con el autor que no sea el que haga esa afirmación invite a pensar que se puede debatir si los propietarios de los terrenos pueden o no cobrar por el uso que un tercero les de al mismo. Dicho eso, se pueden expresar las ideas de mejor manera y he procedido conforme.